Después de dos años y tres meses entregando todo de mí a Guadalajara, estos días he decidido cuidar de lo que más quiero: mis hijas. Sé que como yo, tu también tienes a alguien que sirve de tu motor para seguir adelante, alguien que sigue tu ejemplo o que espera todo de tí. Por ellos, vale la pena dar lo mejor.
Esta navidad y año nuevo quiero darte mis mejores deseos. Sé que suena trillado pero lo digo de corazón.
Los últimos dos años han estado muy movidos, tal vez algunas de las decisiones que tomé te gustaron y otras no; los cambios reales nunca son fáciles pero quiero que sepas que cada paso ha sido para mejorar a la ciudad, la de ahorita y la que le vamos a heredar a las nuevas generaciones.
Cambiar la historia es un reto que comienza desde casa y con el ejemplo, pensando en los que más queremos.
Terminemos el año con lo mejor de nosotros, esta es una buena oportunidad para reflexionar, recordar y aprender pero sobre todo para valorar lo que tenemos y lo que hemos avanzado. De corazón, feliz navidad y próspero año nuevo.
