La violencia contra las mujeres es un problema que nos compete a todas las personas por igual, mujeres y hombres.
Como gobierno, entendemos el tamaño de la situación y trabajaremos junto a la ONU Mujeres en una ruta que proteja a las mujeres y niñas en su espacio público, que las libre de la violencia y las empodere en un entorno que como a todas y todos, nos pertenece.
Desde el inicio de esta administración hemos trabajado de la mano con Inmujeres y Dif Guadalajara en programas enfocados en la igualdad, la educación y la participación para disminuir el problema.
Me queda claro que los cambios no se generan de un día a otro, pero es importante ver la realidad que no podemos seguir callando y buscarle soluciones como la educación. Talleres como “Próxima Estación: Igualdad” o “Entre nosotras” están dando a las tapatías confianza en sí mismas, capacidad para expresar mejor lo que sienten y establecer relaciones en un plano de igualdad.
Otros programas como el “Modelo Único de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia”, el primero de México en su tipo, nos ha permitido atenderlas bajo procedimientos homologados, darles seguimiento y disminuir los tiempos de respuesta en la atención.
Estamos construyendo una ciudad que respeta, defiende y fomenta el empoderamiento de las mujeres por eso nuestro compromiso con ONU Mujeres arranca con 4 puntos que incluyen un diagnóstico de la ciudad, la creación de políticas públicas para responder de manera eficaz a la violencia sexual en espacios públicos, así como la inversión en recursos para reforzar la seguridad y campañas de sensibilización.
Contra la violencia e inequidad de género la voz es de todas y todos; la responsabilidad para erradicarla, también.