Para los que preguntaron mi opinión sobre el ejercicio de Mural, les comparto esta nota en la que explico que este primer año tuvimos que concentrarnos en tareas que no necesariamente son para los aplausos y lucimiento. Por eso, entiendo perfectamente que los tapatíos nos pidan que apretemos el paso.
Ahora, ya con una ciudad que ha recuperado su rumbo y con las finanzas saneadas, estamos obligados a corresponder esa confianza, atendiendo los problemas más visibles, los que más nos preocupan a todos.
En el proyecto en el que participo sabemos hacia dónde vamos. Respeto este tipo de ejercicios que son para mí un incentivo más para seguir trabajando a marchas forzadas. Lo mejor para Guadalajara, apenas comienza.