Inicié la semana visitando a los vecinos de Analco, un barrio muy querido por los tapatíos. Nos reunimos en la plazoleta del Templo de San José de Analco, un lugar de convivencia y representativo de este lugar.
Ver a personas platicando en las bancas que rodean la fuente central y a los niños jugando fútbol en la cancha instalada en esta plaza, fue un motivo de alegría porque eso significa que estamos haciendo bien las cosas; no puedo esconder que me dieron ganas de echarme una cascarita, pero teníamos temas importantes que tratar con los vecinos.
Fue una charla dura, los vecinos me expresaron su sentir en temas de seguridad, convivencia social y carencias en servicios municipales, como pavimentos en algunas calles y trabajos de Aseo Público; como Gobierno de Guadalajara dimos la cara y fuimos enfáticos en que le entraremos sin miedo a todos los temas que nos toquen resolver.
Pero además de escuchar a los habitantes de Analco, también dimos los primeros pasos para renovar la cara del barrio, como se lo merece; la Dirección de Mantenimiento Urbano realizó limpieza general en 570 metros lineales, borrado de grafiti, entre otras tareas; Aseo Público levantó 4.5 toneladas de basura y 18 llantas.
Por parte de Pavimentos, se intervino todo el cuadrante y se utilizaron 3 toneladas de mezcla para bachear la zona; Alumbrado Público había hecho labores previamente con la instalación de 495 lámparas LED y la Dirección de Parques y Jardines intervino la colonia de Analco con barrido, recolección de basura e intervención en una parte de la Calzada Independencia y el barrido del camellón de Avenida Revolución.
Estamos poniendo orden una ciudad que nos dejaron hecha pedazos, por lo que resolver las demandas ciudadanas será una tarea en la que cada quien tendrá que hacer su parte: como Gobierno, haremos lo que nos toca; pero también como ciudadanos tenemos que ser correspponsables para hacer de Guadalajara, la ciudad que todos queremos.
