Resumen de la propuesta entregada a Enrique Alfaro por el FADAP

El Frente Amplio en Defensa del Agua y Contra su Privatización (FADAP) es un movimiento conformado por sindicatos, comités vecinales, estudiantes, organizaciones, colectivos e investigadores, quienes decidimos sumar fuerzas, articular nuestras luchas y trabajar en un frente común autónomo y apartidista, ante las decisiones unilaterales del actual sistema económico neoliberal, que prioriza el beneficio de las empresas nacionales y transnacionales en detrimento de los derechos humanos de las y los jaliscienses, y de la naturaleza.

El nacimiento de este Frente se enmarca en un contexto de la trascendental incorporación del derecho humano al agua en nuestra constitución. Las organizaciones y movimientos que lo conforman tienen una larga trayectoria de trabajo en la defensa del Agua en Jalisco y México.

Gracias a la lucha de movimientos mexicanos e internacionales en defensa del agua, el derecho humano al agua se encuentra expresado ya en el artículo 4to de la constitución, desde febrero de 2012, estableciendo que “toda persona tiene el derecho al acceso, disposición y saneamiento del agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El estado garantizará este derecho”.

Además establece que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. Por lo que el Estado Mexicano está obligado a emitir una nueva Ley General de Aguas, que priorice el carácter de bien común y público del agua que se incorpore la perspectiva social, cultural y espiritual de este elemento vital para la vida, así como la visión de las comunidades, campesinas e indígenas, que consideran el agua como indispensable para toda vida y, por lo tanto, como un elemento divino, insustituible que no tiene precio.

El FADAP considera que los crecientes conflictos ambientales, sociales y políticos en torno al agua, como la contaminación industrial de los ríos, la construcción de grandes obras de infraestructura como presas, acueductos, macro plantas de tratamiento y el manejo de los sistemas de agua en manos de la iniciativa privada, son un reflejo de las diversas formas de privatización del agua y de la mala gestión de la misma, en donde el agua es manejada desde la lógica de mercado y de ganancia, y no como un derecho humano y bien común fundamental para la vida.

En este sentido el FADAP externa su preocupación ante las graves consecuencias que estos conflictos están generando en materia de salud pública, inequidad social, degradación ambiental y violación a los derechos humanos.

Algunos de los elementos que complejizan la gestión son:

-La sobre explotación de las fuentes de aguada, especialmente de las subterráneas las cuales
se encuentran bajo dinámicas de extracción permanente a pesar del nivel de abatimiento, que
aumenta anualmente.

-La existencia de un mercado negro del agua, en el que las concesiones y los derechos de agua,
que debería ser otorgados únicamente por la CONAGUA son vendidos entre particulares,

favoreciendo al enriquecimiento de unos pocos y generando un descontrol en la recaudación por
derechos del agua.

-La contaminación industrial del agua y de los sedimentos del río Santiago con metales pesados y
compuestos orgánicos sintéticos.

-La lógica de satisfacer el abastamiento de la demanda, sin importar que tan alta sea, por encima
de la reducción del consumo: el gobierno intenta justificar el proyecto El Zapotillo diciendo que
abastecerá hasta con 425 litros/día/persona, cuando la dotación recomendada de acuerdo a
estándares internacionales es de 100 litros/día/persona

Como ya se mencionó, en Jalisco se vive la privatización del agua a través de diversas problemáticas presentes a lo largo y ancho de nuestro estado; sin embargo retomamos los siguientes como caso emblemáticos:

-La Construcción de la Presa el Zapotillo

-La construcción del Segundo Acueducto del Lago de Chápala

-Tendencia privatizadora del SIAPA y refundación de Metroagua

Proponemos que la actual administración del agua se convierta en una verdadera gestión integral, en la cual el agua sea considerada como el sustento de la vida y las culturas por encima de una oportunidad de negocio, en donde se realice una gestión del ciclo del agua con una visión integral de cuenca, incluyendo agua, territorio y sociedad, y aprovechando equitativamente los recursos locales.

-Protección de las fuentes de abastecimiento y de las áreas forestales y recarga de
acuíferos

-Aprovechamiento de fuentes alternativas de agua

-Promover estudios e investigaciones que garanticen información suficiente sobre las
cuencas hidrográficas y los acuíferos

-Atención médica y resarcimiento del deterioro a la salud de aquellas personas afectadas
por la mala calidad del agua y los riesgos asociados a ella

-Reparación y compensación de daños al tejido social y protección de derechos humanos
de los habitantes de las comunidades afectadas por la actual política de gestión del agua

-Control y saneamiento de aguas residuales urbanas e industriales

-Gestión de la demanda y control tarifario diferenciado

-Respetar los acuerdos de distribución de las aguas superficiales