La Guadalajara perseverante. Miguel el maratonista.

02 Abril 2015

A Don Miguel Rosales siempre le ha gustado el deporte, entrenó lucha olímpica durante diez años seguidos y sólo se retiró al casarse, porque necesitaba mantener a su familia. Su regreso a la actividad física fue inesperado, como lo son muchas cosas de la vida. En una ocasión fue al hospital para una operación del oído por una otitis que se había complicado, pero no pudieron intervenirlo por problemas de presión arterial. La recomendación del doctor fue que siguiera una dieta, pero él pensó “aquí tengo el cerro del cuatro, en corto” y optó por correr para mantener su peso a raya.

Mientras comienza a sacar del cajón algunos recuerdos que tiene de su vida como corredor, nos cuenta que todo comenzó como un entrenamiento para mejorar sus salud pero después se notó que eso ya no era lo único que lo motivaba a correr. Las vueltas al cerro le quedaban cortas en ocasiones y decidió ir por más. A veces llegaba a correr hasta veinte kilómetros sin ningún problema.

En competencias inició con cinco kilómetros, después pasó a los diez; luego corrió su primer medio maratón con un tiempo de una hora con 45 minutos. Su primer maratón (42 kilómetros) lo recorrió en tres horas y 45 minutos, llegó a la meta en el primer cuarto de un pelotón de tres mil personas. Una sonrisa se dibuja en su rostro mientras nos cuenta todo esto, vistiendo una playera conmemorativa de un maratón del año 2012.

 Mientras continuaba el ejercicio, a Don Miguel le “llegó la curiosidad de abrir un club de salud”. un nutriólogo amigo suyo secundó su idea y comenzaron a entrenar cuatro personas manteniendo un régimen alimenticio saludable. Ahora la “Fraternidad Atlética” entrena todos los días. Hay algunos vecinos de su colonia, la 1° de mayo, pero también personas que se les han unido cuando los conocen en competencias.

 

En ocasiones también corren en pista, menciona Don Miguel. Cuenta que cuando participa en la competencia de 800 metros gana segundo y tercer lugar. En campo traviesa nacional (dos mil metros) obtuvo el primer lugar en 2013; la competencia fue en el cerro del cuatro, sonríe al confesar que eso le ayudó porque fue “en su terreno”. Mientras contaba esto, su esposa Beatriz sacó orgullosa algunas fotografías en las que aparece don Miguel en las competencias.

En 1991 mientras don Miguel trabajaba como mecánico en una empresa sufrió una lesión en la columna que le produjo una hernia de dos discos, fue incapacitado en el seguro social y después de eso se jubiló.

Cuando comenzó a correr don Miguel platica que los dolores de su columna fueron desapareciendo pero después de mucho tiempo han resurgido. Teme operarse porque cuando fue intervenido de su oído le lastimaron un nervio, causándole parálisis en la mitad derecha de su cara.

El año pasado Don Miguel no pudo correr el maratón de Guadalajara, su prueba favorita, pero no pierde la esperanza de participar el próximo año y obtener una nueva medalla para su colección.

 Por: Redacción