Como tapatíos tenemos la no siempre cordial y saludable costumbre de despreciar a los capitalinos, de criticarlos, juzgarlos de pretenciosos. Quien no recuerda la raziclasista frase de "Has patria, mata un chilango". Pero esta rivalidad de provincias contra capital no son exclusivas de México, ejemplo claro, Barcelona contra Madrid, rivalidad llevada al extremo de ritualizar su confrontación en un juego de fútbol.
Pero no le demos vueltas al asunto, no solo son cuestiones de percepción, hay una habilidad que tenemos todos de creer que el espacio en el que habitamos es el centro del mundo, hay una cierta petulancia citadina de despreciar a las urbes más pequeñas y "menos importantes".
Los tapatíos no escapamos de eso, muchos piensan que el Área Metropolitana de Guadalajara es sinónimo de Jalisco, tal vez de acuerdo a las distintas vivencias personales se agreguen otros municipios, pero el centralismo no solo es una practica gubernamental, es una practica cotidiana que nos invade a todos, Jalisco es diverso, plural, sus ciudades solo son una parte de la variedad de poblados que componen el estado, entonces ¿Por qué no habremos aprovechado ésta riqueza y sobre todo por qué el estado (la institución) pareciera haber dado la espalda a estas comunidades? No lo digo yo, sino los pobladores que sienten esa lejanía con su ciudad capital que concentra la mayor parte de la inversión y atención del gobierno en turno.
El pasado jueves 12 arrancó la gira por el interior del estado para promover la candidatura de Enrique Alfaro, para que pudiera mostrar sus propuestas y conocer de viva voz las exigencias de las personas con respecto a sus localidades. Durante el trayecto un reportero comentó "que bueno que vengo esta vez con más tranquilidad a Tepa, casi siempre vengo por puro descuartizado" la frase es brutalmente fría, intriga, molesta, pero demuestra que hay más historias, conflictos, problemas y oportunidades más allá de Guadalajara, ¡el interior del estado esta vivo!
Esta entrada que no intenta ser una relatoría de lo sucedido, es más bien un manifiesto a favor de la pluralidad de la acción y no solo del discurso, una frase que sin duda resuena en la campaña de Alfaro cuando dice "Nosotros no venimos a los pueblos pequeños a pedir su voto, venimos a compartir un proyecto"
Rufo Rupenski