Cada día son más los actores políticos, sociales y económicos que con mayor intensidad están pensando en cómo construir una mayoría para gobernar este país. El problema es que no todos están pensando esto por las mismas razones o por las mismas motivaciones.
Yo estoy aquí, en esta reunión, porque en este espacio se está hablando de construir una mayoría para refundar a México, para construir una nueva gobernabilidad democrática, para volver a hacer a nuestro país desde sus cimientos.
Todos entendemos que estamos en un momento muy complejo. Un servidor tiene la enorme responsabilidad de gobernar a la segunda ciudad más grande de este país y hemos hecho un recorrido en los últimos meses, platicando con alcaldes de capitales de los estados, para tratar de entender lo que estamos viviendo quienes tenemos la tarea de ser el primer nivel de contacto del gobierno con la población.
Las transformaciones sociales que vive México se manifiestan en todos los rincones del territorio nacional, pero sin duda es en las ciudades y particularmente en las grandes áreas metropolitanas donde estas transformaciones sociales adquieren un mayor nivel de profundidad y plantean retos más complejos cada día para quienes tenemos la tarea de gobernar.
Nosotros nos enfrentamos diario, al enojo y al malestar ciudadano, nos enfrentamos todos los días a un nivel de exigencia mayor respecto a lo que los gobiernos somos capaces de ofrecer frente a los problemas que enfrentan nuestras comunidades.
Y en este diálogo y en este recorrido que hemos hecho con diversos alcaldes del país, hemos tratado de levantar la voz para que se entienda que la construcción de un proyecto nacional se hace también desde lo local; que la construcción de un proyecto nacional requiere de la visión y de la aportación de quienes, en nuestra responsabilidad básica en los gobiernos municipales, estamos tratando de reconstruir la credibilidad de los gobernantes ante los ciudadanos. Y esa es una tarea mayúscula.
Yo estoy aquí, porque estamos hablando en este espacio de construir una mayoría que gobierne en México, no solamente hacer un gran proyecto, un gran plan de trabajo o de acción, sino que estamos hablando de ganar la presidencia de la República para que este proyecto oriente el rumbo del país en los próximos años.
Estoy aquí porque estoy convencido de que esa lógica y esa posibilidad no se va a poder construir a partir de simples acuerdos y alianzas vulgares entre los partidos políticos.
No se trata de construir alianzas que solamente tratan de compartir cuotas de poder entre las burocracias partidistas. Tampoco creo que el proyecto nacional del que estamos hablando se pueda construir en la soberbia de pensar que hay quien tiene la razón y la verdad absoluta, y que todos los que no pensemos igual somos enemigos de la patria y miembros de la mafia del poder. Tampoco creo en esa opción.
Por supuesto que tampoco creo que con el simple hecho de asumir una condición de independiente nos vaya a hacer mejores o nos vaya a hacer diferentes respecto de la clase política.
Lo que hoy creo es que hoy tenemos que pensar más allá de lo que tenemos enfrente, tenemos que tener creatividad para romper la lógica de la política tradicional, tenemos que volver a escuchar a la gente y entender lo que están pensando y esperando de los políticos, tenemos que ser capaces de dejar de lado posiciones cerradas que nos alejan de las muchas coincidencias que tenemos.
Somos muchos, muchísimos, los hombres y las mujeres libres de este país que estamos dispuestos a sumarnos a un proyecto que tenga sentido. Y la pregunta básica es ¿en torno a qué nos organizamos? ¿Entorno a un candidato o candidata? ¿entorno a una alianza de partidos? ¿en torno a la aspiración y ambición personal de alguien? Por supuesto que eso no va a suceder.
Yo estoy aquí porque lo que se está haciendo en esta organización tiene ese valor fundamental: aquí se está poniendo el cimiento, la piedra angular de lo que puede ser la construcción de un gran acuerdo nacional para reconstruir a México. Porque estamos poniendo un proyecto de nación por delante y entorno a eso, es como se puede construir un acuerdo.
Y estoy aquí porque este esfuerzo lo está encabezando un hombre que ha luchado durante décadas para este propósito, un hombre congruente, un hombre a quien admiro y que fue por supuesto una gran inspiración del movimiento político que hace apenas cuatro años no existía en Jalisco, en la tercer a entidad con el padrón electoral más grande de México, y que en tan sólo cuatro años demostramos que cuando hay capacidad de organización, cuando hay una visión, cuando hay voluntad y determinación se le puede dar una sacudida política al país desde las regiones. Y ese hombre es el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; nuestra inspiración, nuestro ejemplo a seguir y un líder extraordinario de este país.
Hoy, en este evento, en este momento, está pasado algo que muchos no alcanzan a ver. Hoy, en este evento y en este lugar, se está poniendo el elemento central en torno al cual nos podemos organizar, en torno al cual se puede convocar.
Habrá que seguir enriqueciendo esta visión. Por supuesto que nosotros queremos seguir aportando elementos para que la agenda de gobierno en las grandes ciudades de este país pueda profundizarse y pueda enriquecerse.
Hoy, el debate sobre los grandes temas urbanos está en un punto muerto, está hablándose en México que para resolver los problemas de seguridad hay que desaparecer las policías preventivas municipales; estamos hablando sin saber lo que está pasando en el territorio.
Todavía hay quien piensa que se puede gobernar metidos en un escritorio, sin saber lo que está pasando en la realidad en el campo. Lo que nosotros queremos es que este esfuerzo se siga profundizando y venimos a poner nuestro granito de arena para trabajar en ese sentido.
Pero también venimos a mandar un mensaje muy claro a la nación: el futuro de México, sobre todo el resultado de la elección del 2018, está todavía en proceso de construcción. No hay nada predeterminado.
Aquí, con la fuerza de nosotros y de miles más que creen en esta visión de país, vamos a poder cambiar el rumbo de lo que hoy parecieran finales predeterminados y vamos a poder encontrar una ruta alternativa que permita replantear los propósitos de la política; de terminar con la mezquindad de los políticos y de los partidos; de poner a los partidos al servicio de México, hacer lo que tenemos que hacer, hacer lo correcto y de esa manera poder concluir el propósito final de este gran ejercicio: refundar a México y reconstruir a nuestra nación de sus cimientos.
