Desde que iniciamos la precampaña anuncié que íbamos a visitar todo Jalisco, pero no solo las cabeceras municipales sino que también recorreríamos a las delegaciones, comunidades y rancherías para ver de frente la realidad que nadie quiere ver y escuchar a los jaliscienses de los lugares más abandonados.
Un buen ejemplo es la delegación de Santa María del Valle, imagínense: aquí no tienen certeza jurídica de a qué municipio pertenecen, si a Arandas o a San Miguel el Alto; a ese nivel. Ya se imaginarán lo que pasa cuando la gente quiere pedirle algo a su presidente municipal. adivinaron: poco o nada.
Si algo tengo bien claro, es que no se puede querer gobernar un lugar que no se conoce, no se puede trabajar desde un escritorio en la ciudad; como con control remoto.
Por eso me comprometí con ellos a que, si llego a ser gobernador, vamos a hacer una consulta pública para que ellos mismos decidan a cuál municipio quieren pertenecer, dependiendo de su identidad.
Pero no quiere decir que nos esperemos a que eso pase para ponernos a trabajar, hay mucho por hacer y vamos a levantar este lugar.
Los servicios médicos son lamentables, el desabasto del agua es grave, la educación por los suelos y ya se imaginarán la conectividad. Este es un buen ejemplo de la diferencia que hay entre ir a las cabeceras con regalitos, mariachi y palabras huecas buscando votos; o tener un banquito, un micrófono y voluntad para buscar un lugar en la historia.
Cuando ves las condiciones de las dependencias y escuchas a la gente, surgen grandes proyectos: en #SantaMaríaDelValle planearemos un centro comunitario que atienda a personas adultas. pic.twitter.com/gHf8m99Dfl
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) April 22, 2018
Hoy visitamos #SantaMaríaDelValle una delegación que por increíble que parezca, pertenece a dos municipios: San Miguel el Alto y Arandas. pic.twitter.com/IREJ1q2FoW
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) April 22, 2018