Publicado Orginalmente en Mural - 14 de junio del 2015
Ganar fue solo el principio. Lo que sigue representa un reto mayor en medio de una gran expectativa. Tomará tiempo y se requerirá de una gran determinación para construir los acuerdos sociales y políticos necesarios. Gobernaremos la segunda ciudad más importante de México y la recibiremos devastada, pero con esperanza para recobrar su dignidad y grandeza. Y, sobre todo, conscientes de que hay una sociedad que nos dio su voto para demostrar que otra forma de gobernar es posible.
Solos no podremos. La ciudad que queremos precisa del esfuerzo conjunto de ciudadanos comprometidos en participar y vigilar. Ya tomamos el camino. Lo siguiente es reconciliar una ciudad fragmentada por la desigualdad, acorralada por el miedo, saqueada por la corrupción y dolida por el abandono.
A lo largo de la campaña me comprometí a formar el mejor Gobierno que la Ciudad haya tenido en su historia, no de amigos para aprovecharse de los puestos públicos, sino uno de ciudadanos al servicio de la gente.
Tendremos los tres primeros meses para diseñar e implementar una reingeniería de la Administración, perfilar la ruta del saneamiento financiero y aprobar reglamentos básicos y el presupuesto. A partir de 2016 pisaremos el acelerador para aterrizar proyectos, planes y políticas públicas.
Hoy Guadalajara necesita un modelo de organización y gestión apropiado a su realidad. Estas semanas son fundamentales para analizar con más detenimiento los cambios que requiere la estructura del Gobierno para ser funcional al interior del Municipio y en su relación metropolitana. El modelo de desarrollo que los ciudadanos aprobaron en la elección pasada, implica el diseño de una ruta de corto, mediano y largo plazo. Nuestras propuestas se articularon en torno a 5 ejes estratégicos: Ciudad Digna, Ciudad Funcional, Ciudad Segura, Ciudad Consciente y Ciudad Líder.
Elegimos un camino en el que la honestidad y la austeridad son esenciales para la construcción del buen gobierno. Implementaremos el plan de austeridad y anticorrupción, con el que estimamos ahorros por 600 millones de pesos en el primer año, los cuales se invertirán en seis acciones estratégicas para reducir la desigualdad y avanzar hacia nuestro principal reto en el corto plazo: recuperar la paz y la tranquilidad de la vida en la ciudad.
Partimos de la definición fundamental de democracia: la gente manda. Nos dan la confianza, pero nosotros les reconocemos el poder de revocar este mandato. Una de nuestras primeras acciones será el diseño y aprobación de un reglamento avanzado sobre participación ciudadana con el que quede claro nuestro compromiso: los ciudadanos estarán en el centro de las decisiones.
Nos comprometemos a no perder el rumbo. Para eso necesitamos los ojos de los ciudadanos puestos en nuestro trabajo, atentos a que rindamos cuentas, que evalúen nuestros resultados y que participen activamente.
Es ahora o nunca. Las condiciones están para aspirar de nuevo a una ciudad bella y armónica, donde las personas puedan caminar por las calles con libertad, donde los niños vuelvan a jugar en los espacios públicos, donde la cultura se exprese en todos los barrios y colonias. Una ciudad en la que los jóvenes puedan tener estudios de calidad y las mujeres emprendan negocios en sus propias colonias para estar más cerca de sus hijos. Guadalajara volverá a ser la ciudad que nos provoque orgullo.
No les voy a fallar. Formaré un gobierno decente, que garantice la paz, que brinde oportunidades para aspirar a una mejor calidad de vida en todo el territorio metropolitano. Guadalajara recobrará su grandeza.
Alcalde electo a la Presidencia Municipal de Guadalajara.