Tetlán pone la fiesta, Alfaro la esperanza

17 Mayo 2015

Guadalajara es una ciudad que vive a través de su habitantes, ellos son los que la habita, la caminan, la gozan y la sufren diariamente. Es una metrópoli que no descansa, llena de problemas pero también de ciudadanos alegres que te pueden regalar una sonrisa sin importar qué problemas tienen. Esa es la ciudad que queremos, la que tiene esperanza y no se rinde ante cualquier adversidad.

Tetlán es un ejemplo de la fuerza de los tapatíos, una colonia en la que hay muchas carencias pero que está en movimiento constante. Aquí llegó Enrique Alfaro, a una pequeña cancha deportiva en malas condiciones, pero llena de personas ansiosas de escuchar las propuestas con las que Guadalajara volverá a ser una ciudad digna, pero también de expresar su apoyo, de cantar y saltar para mostrar que ellos también quieren participar en la transformación de nuestra urbe.

“¡Es la hora es la hora es la hora de ganar!”, se escucha a un grupo de jóvenes que reciben a Alfaro con algarabía. “El gran problema de este país es que se nos olvida todo, perdemos la memoria”, dice Enrique frente a la gente reunida en el lugar, pero los muchachos saben que se necesita un cambio verdadero para solucionar los problemas que aquejan a su ciudad, una que sea funcional e incluyente, que no olvide a las personas discapacitadas que están lejos de las oportunidades de trabajo, a los ancianos que dependen de las dádivas de un gobierno que no los respeta, y a los comerciantes que son tratados muchas veces como delincuentes, “el trabajo está muy escaso” dice Víctor Ramírez, quien tiene su puesto a un lado de donde se encuentra  el evento, “la situación está dura pero que le vamos a hacer”. De Alfaro opina que le gusta como candidato, “tiene proyectos para que la gente abra negocios y que se les abran las puertas, porque no todos quieren vivir toda la vida como asalariados”.

“El gran problema de este país es que se nos olvida todo, perdemos la memoria”

“¡Todos con el movimiento, que tenemos que ganar!”, los jóvenes que llevaron batucada siguen cantando, poniendo la fiesta a la que se unen los vecinos de Tetlán, tapatíos conscientes de la importancia de su participación como una ciudadanía crítica e informada, pero que en estos momentos se dejan llevar por la alegría que se siente en el lugar. “La fuerza de este movimiento no soy yo, son ustedes los ciudadanos”, les dice Alfaro quien sonríe contagiado de la felicidad que se siente en el lugar. No es para menos, la gente sigue saltando al ritmo del tambor porque aquí la fiesta ya comenzó, Guadalajara ya está lista.

Y mientras la gente se aleja, la fiesta sigue y los jóvenes continúan el canto, “¡oh, oh, oh, y dale dale MC!”.