Los jóvenes quieren cambiar el rumbo de Santa Cecilia

04 Mayo 2015

En Santa Cecilia es rara la barda en la que no esté plasmada la “huella” de alguna de las múltiples pandillas que ahí pululan, cuyos constantes enfrentamientos convierten a esta colonia en una de las más peligrosas de la ciudad; pero si damos un vistazo profundo en los adentros de este barrio, nos encontraremos con jóvenes orgullosos de sus orígenes y que supieron adaptar los grafitis y los golpes con el arte.

Boxeador profesional y con un récord invicto, Carlos “Chuko” Díaz es uno de los mejores prospectos mexicanos y su nombre empieza a sonar a nivel nacional. Sin embargo, su camino no ha sido nada fácil, pues desde pequeño debió trabajar para ayudar a su familia.

“Le tuve que sufrir porque tenía que estudiar, tenía que comer, comprar vitaminas y la verdad era difícil, me pagaban a lo mucho 100 pesos al día, tuve varios trabajos muy cansados, de mesero y tenía que andar en friega. Tienes que estudiar para tener un buen trabajo, pero, ¿cómo vas a estudiar si no tienes dinero para sobrevivir? Era muy difícil, me quedaban 15 ó 20 pesos nomás para mí y tenía que doblar turno”, dijo el pugilista de 20 años.

Para tener un patrimonio estable, el “Chuko” ha invertido parte de las bolsas que ha ganado en sus últimas peleas en una tienda de ropa alusiva al boxeo y al hip hop. Además realizó el examen de admisión para estudiar nutrición, pues está consciente de que en una disciplina tan complicada como la que él practica, su vida puede dar un giro en cualquier momento.

Ahora que es un ejemplo para sus hermanos menores Christopher y Ethan, quienes también practican boxeo, Carlos asegura que la situación en que se encuentra su colonia en gran parte se debe al poco apoyo de las autoridades, que se han limitado a repartir despensas, sin promover programas que fomenten el deporte.

“Muchos boxeadores han salido de aquí pero no logran su sueño porque tienen que apoyar a su familia, tienen que dejar el box y se van a trabajar, algunos se han ido a Estados Unidos, o los mismos vicios que hay aquí los atrapan”, indicó Díaz, quien está concentrado en su próxima pelea del 30 de mayo ante un rival por anunciar, en la cual disputará el cinturón de peso súper pluma de la NABO, un título eliminatorio de campeonato mundial.



En tanto, Luis Enrique Torres Azpeitia, mejor conocido en su vecindario como “Vork”, desde niño sintió curiosidad por las letras y dibujos que veía en las paredes de Santa Cecilia, y tras compartir sus ideas con sus primos de Estados Unidos, quienes también simpatizaban con el grafiti, se metió de lleno en el arte de rayar paredes.

Luego de aprender a pintar en la calle incursionó en el grafiti artístico para reflejar con mayor claridad los pensamientos socialistas que pregona y que ha plasmado en varios espacios, pues cree que es necesario compartirlos con sus vecinos. Para Luis Enrique, de 22 años de edad, la gente tiene una idea falsa acerca de su colonia y del arte que practica, ya que no se le da la importancia que merece, pues creen que sólo son rayas que simbolizan vandalismo.

“Siento que todo grafiti debe decir algo y me gusta que en la obra se vea mi mano. En Santa Cecilia se puede vivir, la gente es muy amable, puedes pasar por las calles y una señora te dice ‘buenas tardes’, demuestran su educación a pesar de que estamos muy recortados de presupuesto, la mayoría de la gente se las vive muy duras para salir adelante día con día”, aseguró.

 “Chuko” y “Vork” son dos jóvenes que anhelan el cambio de su colonia y lo demuestran con hechos, trabajando con dedicación en lo que les gusta. Ambos coinciden en que la gente debe participar en las elecciones, pero antes tienen que conocer perfectamente a cada uno de los candidatos.“Debemos demandar que el pueblo sea quien tome las decisiones”, sostuvo “Vork”.

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