Inicia la Refundación

05 Febrero 2019

A las y los jaliscienses,

 

La vida social de nuestro estado se deterioró en los últimos años. Los derechos fundamentales de los jaliscienses establecidos en nuestro acuerdo social básico se convirtieron en letra muerta. La distancia entre ciudadanos y gobierno se volvió abismal, la desconfianza en las instituciones públicas alcanzó niveles nunca antes vistos y los valores esenciales de nuestra convivencia como jaliscienses fueron perdiendo significado con el paso del tiempo hasta llegar a un punto sin retorno.

 

No todo está mal, es cierto. Pero vivimos situaciones inaceptables y percibimos el riesgo de, que si no hacemos cambios profundos a nuestra forma de vivir en sociedad, las cosas pueden empeorar. Son numerosos los comportamientos y efectos de la transgresión de la ley, del irrespeto a los derechos humanos, de la corrupción, la desigualdad, la criminalidad y la impunidad, el abuso, la incuria ambiental y la desestima de realidades que son fundamentales para el bienestar general de la sociedad.

 

Los logros alcanzados en productividad y competitividad con liderazgo nacional y presencia internacional, demuestran que los recursos, las potencialidades, el esfuerzo y el talento de la gente de nuestra tierra, están a la espera de instituciones y políticas efectivas que impulsen nuestro capital humano, social y productivo hacia nuevas metas, retos, niveles.

 

La empresa para detener y revertir la espiral de decadencia, crear un futuro mejor y poner a nuestro estado a la cabeza del país como referencia de progreso, equidad y calidad de vida es La Refundación de Jalisco; una empresa común, una obra a realizar conjuntamente por el gobierno y la sociedad.

 

Durante la campaña electoral y a lo largo de mi recorrido por todo Jalisco, presenté a los ciudadanos la propuesta de la Refundación de Jalisco como la tarea fundamental que debemos emprender para atacar los problemas críticos de nuestro estado y detonar todas nuestras capacidades desaprovechadas por la inseguridad, la incertidumbre, desigualdad y transgresiones a la ley.

 

Propuse esta ruta dejando en claro desde un principio que esta no era una apuesta de efectos inmediatos o soluciones mágicas. Que exigiría un esfuerzo sostenido durante años y un compromiso cívico a prueba de todo. Dije desde un principio que el proceso de Refundación estaría marcado por los ataques y las descalificaciones de quienes quisieran que nada cambiará. Dije desde un principio que el compromiso que yo asumia de encabezar este proceso me exigiría mantenerme firme, comprometido a no permitir que nada ni nadie doblegaran el espíritu transformador implícito en la idea de la Refundación.

 

Las voces ciudadanas de diversos sectores y poblaciones analizaron la propuesta y la enriquecieron con diagnósticos sociales específicos y señalamientos acerca de la agenda de prioridades y propuestas de acción. Pidieron también mayores explicaciones sobre sus motivos, sus fines, su contenido y sobre el modo como se llevaría a cabo.

 

Escuché y registré con respeto y atención las nuevas ideas y propuestas, las incorporamos al proyecto, respondimos a las dudas, aclaraciones y críticas con veracidad y compromiso de dedicarnos enteramente a la misión de refundar Jalisco, encabezar y coordinar el trabajo que haremos todos juntos, gobierno y sociedad, para que Jalisco sea el estado que por su calidad, orden y tranquilidad merecemos y merecen heredar nuestros hijos e hijas y las futuras generaciones.

 

Los jaliscienses nos exigieron con su voto que emprendamos esta tarea de cambios profundos y no cosméticos. Esta tarea nos exige lo mejor de nosotros mismos, exige paciencia, corresponsabilidad y trabajo.

 

No podemos seguir desarrollando nuestra vida social, económica, política y creer que podremos lograr niveles superiores de estabilidad y crecimiento, sin cimentarlas de nuevo en los valores fundamentales de la sociedad, sin arraigarlas de nuevo en los principios de los derechos humanos, en las leyes, en gobiernos representativos y en los lazos de la confianza, reciprocidad y concordia social. Refundar Jalisco es hacer que la vida presente y sus tendencias de futuro se asienten firmemente en los pilares del Estado de Derecho, del Estado Social de Derecho, del régimen democrático representativo y participativo, de una economía de mercado innovadora y socialmente responsable y de una sociedad solidaria e igualitaria.

 

Para lograr esto, se exige llegar a ser:

-         Una sociedad de leyes, en la cual el fundamento de nuestra convivencia y progreso sea la observancia de la ley por los poderes públicos, los administradores públicos, los jueces, la policía, y por los ciudadanos sin excepción.

-         Una sociedad segura, en la que debe haber tolerancia cero a la transgresión de la ley, a la colusión entre las organizaciones criminales y las autoridades públicas, la ausencia del estado en localidades y regiones ocupadas y aterrorizadas por el crimen.

-         Una sociedad de libres e iguales, en la que todos tenemos la misma dignidad humana, los mismos derechos humanos, las mismas libertades y, en correspondencia, las mismas obligaciones, sin excepción. Nuestras libertades son protegidas por las leyes y la libertad universal de los ciudadanos y habitantes de Jalisco es posible y exigible porque somos iguales de la misma manera en derechos y ante la ley.

 

La base de la Refundación de Jalisco es la legalidad, la certidumbre y el respeto a la soberanía de pueblo jalisciense y el primer paso para la Refundación es sentar las bases de un nuevo acuerdo social que será construido por todos aquellos que quieran participar en el proceso refundacional de nuestro estado.

 

Desde el proceso electoral explicamos que la Refundación de nuestro Estado iniciaba con la Refundación del Gobierno. En estos primeros dos meses hemos dado pasos decisivos en ese sentido. El inicio de esta proceso ha mostrado ya lo complejo que es sostener un compromiso de transformación profunda, incluso cuando hasta ahora sólo hemos hablado de la organización del aparato del gobierno, por eso hay que clarificar desde hoy que lo que hasta ahora hemos hecho es únicamente la agenda de rediseño institucional del gobierno y no todavía la reconstrucción del acuerdo social fundamental de nuestro estado. Ese siguiente paso inicia el día de hoy.

 

El día de hoy estamos aquí, frente a la sede de la representación popular de Jalisco para dar el primer paso en la formulación de este nuevo acuerdo social y presentar al Congreso del Estado una iniciativa para adicionar la Constitución Política del Estado de Jalisco y proporcionar el andamiaje jurídico necesario para la instauración de un Congreso Constituyente. Presentamos esta iniciativa porque a pesar de que ya existen mecanismos para reformar nuestra Constitución, la Refundación a la que aspiramos no puede ni debe emanar únicamente de los poderes públicos, sino del más profundo debate entre todos los que habitamos este estado.

 

En esta iniciativa, se reconoce y establece el derecho de los jaliscienses de modificar sus leyes e instituciones como lo determinen para que éstas cumplan los objetivos de asegurar la paz, el estado de derecho, el desarrollo, los derechos humanos, la sustentabilidad y la estabilidad.

 

Con esta iniciativa buscamos establecer los mecanismos jurídicos para que los jaliscienses, ya sea por vía propia o mediante los poderes que eligen en el estado y los municipios puedan establecer las aspiraciones, principios y valores que apremien la necesidad de solicitar la convocatoria de un Congreso Constituyente y eventualmente tener una nueva Constitución. Para lograr este propósito, la iniciativa que presento hoy propone que un Congreso Constituyente sea conformado por la más amplia participación ciudadana, que se garantice la inclusión de grupos indígenas, y se conforme libre de toda discriminación y respetando en todo momento la perspectiva de género.

 

Proponemos que un Constituyente se integre por:

 

A. Los diputados del Estado que integren la legislatura en

turno;

 

B. Los diputados federales por Jalisco en turno;

 

C. Los senadores por Jalisco en turno;

 

D. Cinco representantes del Poder Ejecutivo;

 

E. Cinco representantes del Poder Judicial;

 

F. Dos representantes de cada uno de los distritos electorales uninominales en el estado de Jalisco, electos por la ciudadanía mediante elecciones libres y auténticas.

 

Jalisco se convierte una vez más en un estado pionero en los procesos de representatividad y democracia a nivel nacional. Con este primer paso, queremos que los jaliscienses tomen la oportunidad de rescatar los valores que atesoramos como sociedad y los plasmamos en un nuevo acuerdo social, de fondo, robusto, que sea el origen de nuevas instituciones públicas y sociales, de un nuevo modo de gobernar, de nuevas relaciones entre gobierno y sociedad.