Combatir la deserción escolar, una responsabilidad de los tapatíos

15 Junio 2016

Un recorrido de más de dos semanas por los planteles de preparatorias privadas y de la Universidad de Guadalajara (UdeG), marcó el inicio de uno de las políticas sociales que con mayor determinación y esfuerzo ideamos para hacer un cambio radical en nuestra ciudad: el programa Becas Prepárate.

Con mucho entusiasmo de regresar a los planteles de la UdeG, llenos de gratos recuerdos de mi infancia y mi juventud, emprendí este camino para presentar un programa que formamos tras un arduo trabajo de más de ocho meses, en el que decidimos que la comunidad universitaria sea la encargada de elegir quiénes deben ser los alumnos beneficiados, que en este primer ciclo sumaron un total de 5 mil 872, incluyendo escuelas privadas del nivel medio superior.

Uno de los momentos más significativos fue saludar al Maestro José Manuel Jurado Parres, director de la Preparatoria 5, mi prepa, en la que comencé mis primeros proyectos sociales;  la prepa 6, con quienes “rivalizamos” los alumnos de la 5; la prepa 4, donde mi padre fue director, y la prepa 2, donde construyó unos edificios.

Pero mejor que los recuerdos es el presente. Fue muy grato encontrarme con jóvenes comprometidos con Guadalajara, que estando conscientes de que si bien esta beca no represente un incentivo mayor, puede ser la diferencia entre seguir estudiando o no; jóvenes que se comprometieron a ser ciudadanos de bien, lo cual no es tarea fácil.

“Becas Prepárate” es mucho más que un programa social: es el resultado de nuestro combate a la desigualdad, a la inseguridad, porque sabemos que la violencia no se combate con más violencia, sino con justicia, pero sobre todo a la corrupción, con una política de invertir el dinero de la gente en acciones que beneficien a la comunidad, que brinden oportunidades a los sectores vulnerables, como lo son los jóvenes que corren el riesgo de dejar la escuela. Sólo así podremos alcanzar nuestras metas.

No queremos que nuestros jóvenes sean clientes potenciales de la delincuencia, ni que la necesidad de apoyar a sus familias económicamente sea factor para que abandonen la preparatoria. Por eso, este año destinamos 100 millones de pesos en esta importante política, a la cual tenemos previsto apoyar a todo alumno que requiera de una beca en un lapso de dos años, con una inversión total de 300 millones de pesos.

No bajaremos los brazos. Este cambio inició cuando los ciudadanos se cansaron de que por más de 30 años, las administraciones se gastaran su dinero en los lujos innecesarios, dejando a Guadalajara como una de las ciudades más endeudadas del país.

Sólo pido a los tapatíos que hagan suyo este programa. Que lo defiendan en cada administración, sea cual sea el partido que esté al frente, ya que lo más preciado que puede tener un adolescente, es concluir sus estudios.