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Enrique Alfaro 2018
En un tiempo dominado por los copetes bien peinados y rostros de telenovela, parece una desfachatez desechar al pelo como elemento central del bien posar, a menos que se este convencido en la necesidad de un cambio, a menos que se tenga el anhelo de que Jalisco puede salir del atascadero en el que se encuentra, entonces, contrario a lo que la lógica dictaría, no hay otro camino, ¡rapémonos!
Una de las herramientas más eficaces que tienen las clases en el poder para mantener sus privilegios y sus posiciones es haber vuelto a la política un asunto aburrido, extraño e impenetrable, han vuelto lo político algo alejado de lo cotidiano para la ciudadanía y lo han vuelto referencia de un grupo de burócratas ineficaces.
Como tapatíos tenemos la no siempre cordial y saludable costumbre de despreciar a los capitalinos, de criticarlos, juzgarlos de pretenciosos. Quien no recuerda la raziclasista frase de "Has patria, mata un chilango". Pero esta rivalidad de provincias contra capital no son exclusivas de México, ejemplo claro, Barcelona contra Madrid, rivalidad llevada al extremo de ritualizar su confrontación en un juego de fútbol.
Nos lo habían confirmado, podríamos conocer a AMLO, “¿al Peje?”, “sí, si nos apuramos nos pueden pasar con la prensa” ¿acaso eramos simples groupies deseosos de conocer al ídolo, al demonio, al héroe, al mito? ¿quién es López Obrador? pregunta que posiblemente tenga múltiples respuestas. Más allá de su existencia real, su verdad como ser humano, Obrador es también un icono que representa infinidad de cosas para la misma infinidad de personas, ¿por qué conocerlo?
La etimología de la palabra Analco parece una simple anécdota, un bonito recuerdo lingüístico que hacía referencia a una topología hoy inexistente, “al otro lado del río” es el significado en náhuatl para denominar al histórico barrio del centro de la ciudad.
Cuando la historia te pide comportarte a la altura de las circunstancias, cuando te obliga a actuar, a moverte, a creer, no son simples momentos coyunturales, simples anécdotas de fin de semana, son momentos en los que la propia historia te pide ser protagonista, te pide a gritos ayuda para ser cambiada, pero ¿el cambio desde el camino electoral?
